Por:
Lala Mágica
La
ausencia de cuatro años trajo frutos para todos los fanáticos de Moonspell y es
que, el nuevo álbum de la banda portuguesa nos enfrenta a una evolución
necesaria para el grupo. Alpha Noir / Omega White.No es tarea sencilla definir
el álbum cuando está dividido en dos mundo completamente distintos.
Por
un lado, tenemos la cara metalera de la moneda con nueve tracks poderosos en
Alpha Noir. ¿El sonido? Trash
fusionado con death metal. A través de cada canción, se puede escuchar la
guitarra de Ricardo Amorim dando excelentes riffs, apoyados en la perfecta voz
de Fernando Ribeiro. Se trata de un disco que la misma banda definió como
“incendiario”. Piezas como “Opera carne” y “Likntrophe” destacan dentro de lo
más valioso.
En
la otra cara, tenemos Omega White, reflejando lo más darky de la esencia
Moonspell. Ocho power ballads perfectas. Cada una, integra esa pasión y ese
sentimiento que tanto nos ha gustado a lo largo de los años. Y aquí, la voz de
Ribeiro es sencillamente espectacular. Letras poéticas, mucho sentimiento y
mucha música. Absolutamente todas las canciones son un must.
¿Todo
parecería perfecto, no? Sin embargo, la separación de los estilos musicales,
con un Alpha Noir que a ratos recuerda a Bathory y un White Omega que refiere a
Type O Negative, puede ser desconcertante. Tal vez un álbum que integrara ambos
espíritus podría ser más comercial.
Éste
fue el riesgo que Moonspell decidió tomar, bajo la etiqueta de su nueva
disquera Napalm Records. Dos discos, un nuevo lanzamiento y el video de
“Likntrophe” ya rotando.
¿Qué
podemos esperar? Buenos singles, promoción y tour, del que ya hay algunas
fechas. Este doceavo álbum es un intenso y controversial regreso.
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