22.9.11

*Shels - "Plains of the purple buffalo"


Tras cuatro años en los que la expectativa crecía, debido a las excelentes críticas recibidas por su álbum debut “Sea Of The Dying Dhow”, finalmente llega el segundo larga duración de esta agrupación Británico-Americana. La banda comandada por el vocalista y guitarrista Mehdi Safa y el baterista Tom Harriman (ambos graduados de la banda con base en Inglaterra “Mahumodo”), tras establecerse en California han consolidado un sonido característico dentro de los lineamientos del post-rock y post-metal contemporáneo. Aun cuando músicos invitados en estudio o en tour van y vienen, estos dos personajes que conforman el núcleo de *Shels dejan saber a quien los escucha que ellos dirigen la orquesta. Con un minimalismo que los distingue y el contraste que generan al crear atmósferas con una intensidad devastadora, estos maestros del Crescendo lo han puesto todo en juego en este material que sería la consolidación o en otro caso, un disco más en la saturada escena. Y es que parte del retraso se debe no solo a que *Shels sabía que estaba en juego mucho más que solo crear un gran álbum, sino también a que la falla en el disco duro que contenía el trabajo de estudio de 2 años causara la pérdida del mismo.

El título del álbum nos remite al filme clásico de 1984 “La historia sin fin” y desde su apertura con “Journey to the planes” se advierte como un viaje épico. Paisajes minimalistas adornados poco a poco con ritmos acústicos, exquisitos arpegios y voces fantasmales hacen de la primera mitad de este material una montaña rusa desde el principio. “Vision Quest” es en mi opinión uno de los tracks más inquietantes por su cuidadosamente refinada construcción. Si bien la producción no es impecable, tampoco es necesaria, *Shels ha creado una verdadera obra maestra todo en base a su personalidad intimista, a la manera magistral en que colocan todo exactamente donde debe ir, y a la gran cantidad de recursos de los que echan mano para llevar al escucha justo donde quiere ir. En lo personal yo solo esperaba el mismo sonido de su anterior álbum, solo un poco más maduro, y con toda objetividad que me sea posible debo decir que aunque han sido 4 años de espera, pudieran haber sido 6 o 10, si la recompensa por ser pacientes ha sido esta, el tiempo no importa.


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